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Vaupés y la contaminación de sus aguas:

un escenario de crisis sanitaria

Oscar Téllez - Comunicador social, periodista

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La calidad del agua para el consumo diario de la población de los municipios en el departamento de Vaupés, ha generado mucho de qué hablar. Por un lado, se reconoce la riqueza que se genera en el departamento alrededor de los distintos afluentes y fuentes de agua; y por el otro, se evidencian una serie de problemas de salud públicas que se encuentran directamente relacionados a las actividades humanas que tienen lugar en los más de 53 mil kilómetros cuadrados con los que cuenta el departamento.

Como en cada una de las poblaciones amazónicas, la implementación de sistemas que permitan el acceso a servicios básicos es bastante complicada; a ello se suma, la calidad en la prestación de los mismos. Si nos enfocamos principalmente en una necesidad vital como el acceso a agua de calidad sea para el consumo, las actividades cotidianas y la instalación de sistemas de desagüe, podemos establecer que la existencia y persistencia de problemas de salud pública es un escenario que requiere una mirada integral para ser atendido.

Para abril del año 2022, la gobernación departamental del Vaupés emitió una alerta epidemiológica respecto al comportamiento de las enfermedades diarreicas agudas dentro de su jurisdicción. La notificación dirigida a alcaldías municipales, secretarias de salud y demás instituciones públicas y privadas estableció que durante el mes de marzo de 2022 se presentaron 449 consultas con un diagnóstico positivo para enfermedad diarreica aguda, el 1,33 % de estos casos necesitaron una atención especializada, y se registró una muerte en el departamento bajo el mismo diagnóstico. Otro dato a resaltar, es que la mayor incidencia de infecciones de este tipo se dio en población menor de cinco años.

El manejo y uso que se da al servicio de agua en el departamento es resaltado por las distintas instancias de gobierno (alcaldías y gobierno departamental) como un escenario de muchos inconvenientes, entre ellos la falta de recursos que permitan ejecutar acciones para mantener en funcionamiento y óptimas condiciones dichos servicios. Por otro lado, la corrupción es uno de los flagelos que señalan los sectores populares como un factor de suma importancia para entender la persistencia de las necesidades en materia de servicios básicos. Ejemplo de ello, son las supervisiones realizadas por la Contraloría General de la República en el departamento, las cuales detallan irregularidades en la contratación, manejo ejecución de proyectos ligados a sistemas de agua.

El proceso de fiscalización respecto a los servicios relacionados al agua, y que considera los años 2018, 2019 y 2020, concluyó que ‘’los contratos revisados presentan ausencia de análisis en los procesos de mercado, deficiencias en las etapas de planeación, falta de disposiciones técnicas para el funcionamiento del servicio y especificaciones de la documentación que deben presentar el contratista ejecutor’’. Además, los contratos revisados presentaron demoras en la ejecución; existencia de múltiples suspensiones, ampliaciones y prórrogas; e incumplimiento de forma oportuna de lo pactado. A ello, se debe adicionar que las entidades de gobierno no hicieron uso de las cláusulas de imposición de multas y pólizas de incumplimiento de lo pactado, entre otros detalles presentados en dicho informe.

En el Vaupés el ciclo se repite y para 2023 el panorama es muy similar a lo expuesto por la Contraloría: deficiencias en la distribución de agua potable, deterioro total de plantas de tratamiento (lo que eleva la contaminación de los afluentes), mala distribución para el manejo de residuos generadores de lixiviados, etc. Eso sí, se debe tener en claro que adicional a los problemas originados por el mal manejo del agua se suman otro tipo de prácticas que se vuelven muchas más perjudiciales para las fuentes de agua, la salud de los habitantes del departamento y la biodiversidad de esta zona de la selva amazónica.

La práctica minera de la parte suroriental del Vaupés ha encontrado una serie de fundamentos que llevan a analizar las condiciones en las que se dan las concesiones y títulos mineros. A ello, se suma que tanto la práctica lega o ilegal de la minería carecen de garantías para evitar altos índices de contaminación en las aguas del departamento, particularmente las que bañan el territorio del municipio de Taraira, zona reconocida por ser el fuerte minero del departamento.

Y es que la historia de Taraira detalla que, la formación que conocemos actualmente del pueblo, se hizo particularmente por ‘’mineros improvisados’’ que llegaron al lugar. Las primeras consecuencias de arrancar con proyectos mineros informales se hicieron presentes: se talaron árboles, se hicieron caminos, se dragó, se dinamitó y se abrieron túneles para la búsqueda del mineral. Ya luego, ocurrieron hechos trascendentales que marcaron el panorama minero del municipio; en 2002 se concedió el primer título minero oficial en la zona, otorgado a la Asociación de mineros de Taraira. Para el 2012, la autoridad minera concedió de forma irregular dos concesiones más, ambas con impacto sobre el área del Parque Nacional Natural Yaigojé-Apaporis. En 2013, se contabilizaron en Taraira, más de 12 mil hectáreas listas para ser concesionadas en calidad de explotación minera superpuestas a áreas protegidas.

En los datos proporcionados por la Agencia Nacional de Minería (ANM), actualmente en el Vaupés se registraron entre 2013 y 2014 dos concesiones mineras en el municipio de Mitú, ambas con explotación temporal para materiales de construcción. En el caso de Taraira, se registra una explotación, vigente hasta 2043, de oro en aluvión y filón. Los datos para la explotación minera informal no están debidamente registrados, pero se advierten de cifras con un impacto negativo y considerable para el medio ambiente, un buen porcentaje de ellas en zonas de selva, entre ellas el departamento de Vaupés. La contaminación de las aguas y el perjuicio a las comunidades sigue sumando indicadores, pues se tiene certeza de la explotación existente en áreas protegidas, no solo del departamento del Vaupés, sino en otros territorios de la selva amazónica.

La contaminación de distintos afluentes con cianuro y mercurio, producto de la práctica minera, ha llevado a instituciones estatales y académicas a alertar sobre el daño ya perpetrado. Es el caso de un estudio realizado por Parques Nacionales Naturales de Colombia y apoyado por la Universidad de Cartagena y la Fundación Gordon and Betty Moore, en el que se tomaron muestras del músculo de peces que habitan los parques Yaigojé-Apaporis, Cahuinarí y Amacayacu. Además, se consideró el muestreo de cabellos de miembros de las comunidades aledañas. Los resultados arrojaron niveles de mercurio que exceden el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto en peces como en los cabellos de los pobladores.

La propia OMS advierte que la ingesta de mercurio por distintas vías, genera en los seres humanos problemas en los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, los pulmones y los riñones; se pueden presentar trastornos neurológicos y de comportamiento, temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea y disfunciones cognitivas y motoras. La academia, también ha advertido de las consecuencias que trae consigo la ingesta y contaminación por mercurio en el embarazo. Se han registrado casos de malformaciones congénitas y neurológicas en comunidades cuyos índices de mercurio sobrepasan lo establecido.

El problema de salud pública ya presentado se agrava cuando en los diferentes territorios, hay presencia de actores armados; muchos de ellos ligados directamente a la práctica ilegal de extracción. Si a eso se suman los indicios de corrupción ya expuestos, hablamos de un panorama muy difícil de controlar si se proyecta un cuidado certero de las fuentes de agua y la garantía de la población a agua potabilizada y de calidad. Las comunidades y asentamientos del Vaupés conviven en un entorno que día a día deteriora su propia salud y que, con el pasar de los años, generara consecuencias cada vez más graves

¿Por qué la comunicación popular es clave para detener la deforestación del Amazonas?

Lorenzo Vargas
WACC

Program Manager for Communication for Social Change

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  Idioma: Español 

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La Amazonía está siendo diezmada por la expansión de la frontera agrícola, por las economías ilegales vinculadas al narcotráfico y por un modelo económico que privilegia la minería y la ganadería e impacta negativamente a comunidades vulnerables.

Estas actividades están elevando los niveles de deforestación hacia el 20%, un punto de no retorno después del cual la selva tropical no va a ser capaz de regenerarse.

Un estimado de 123 billones de toneladas de carbono son almacenadas en el Amazonas. Detener la deforestación en toda la cuenca del Amazonas es fundamental en la lucha contra el cambio climático.

 

Se necesita verdadera acción política

A inicios de agosto, jefes de estado de los nueve países de la selva amazónica se reunieron en Belem, Brasil, para discutir las formas de detener la deforestación en la región. A pesar de los varios discursos llenos de buenas intenciones, los países participantes fueron incapaces de ponerse de acuerdo frente a un objetivo claro para limitar la deforestación.

¿La razón principal de este fracaso? Algunos países están pidiendo medidas estrictas y urgentes para abordar el problema: detener toda exploración petrolera en la región y crear una fuerza militar conjunta para enfrentar la deforestación de frente. Pero otros países aún están abiertos a una extracción continua y al desarrollo de infraestructura.

En respuesta, los representantes de la sociedad civil pidieron a los líderes gubernamentales que tomaran acciones reales en forma de financiación, objetivos mensurables, sanciones, y abordar las causas profundas de la deforestación.

Sin embargo, la Declaración Cumbre resalta varias cuestiones importantes:

  • La importancia de trabajar hombro con hombro con los pueblos indígenas

  • Un llamado a los países desarrollados para que cumplan con sus compromisos de financiamiento climático y de desarrollo

  • Planes de cooperación con naciones que albergan otros ecosistemas forestales críticos, como la República Democrática del Congo e Indonesia.

Esto demuestra que, a pesar de los desafíos, existe voluntad política para abordar el problema y que es posible el progreso. Esta Cumbre habría sido impensable bajo el liderazgo del expresidente brasileño de extrema derecha Jair Bolsonaro.

Creando espacio para las voces locales

A medida que los países desarrollan políticas para abordar la reforestación, la WACC hace un llamado a los gobiernos y a la sociedad civil que trabajan para proteger la selva amazónica para crear oportunidades reales para que las voces y preocupaciones de la población local que vive en toda la Amazonia, incluidas las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, se expresen, sean escuchadas y tomadas en serio.

Como hemos expresado antes, el conocimiento local y la participación son esenciales para garantizar la legitimidad y sostenibilidad de los esfuerzos que buscan proteger este ecosistema vital. Pero una participación local significativa en las conversaciones sobre políticas es imposible a menos que la comunicación estructural y los déficits sean abordados.

 

Apoyar los esfuerzos de comunicación de base

El acceso a la comunicación en la Amazonía está marcado por una serie de factores: grandes distancias, condiciones climáticas que afectan el funcionamiento de los dispositivos electrónicos, escasez de medios de comunicación de interés público, la centralidad de los ríos como vías de comunicación y de la radio como principal medio de comunicación, infraestructura y conectividad a Internet insuficientes.

Como resultado, las comunidades locales de la región enfrentan un sinnúmero de barreras al utilizar los medios y la comunicación para promover sus agendas ambientales. Estos incluyen el acceso limitado a plataformas de comunicación, la representación insuficiente o tergiversada en los principales medios de comunicación, los bajos niveles de alfabetización mediática y el acceso restringido a la información.

Por lo tanto, es clave apoyar los esfuerzos de comunicación e información de base existentes en la región.

Muchas comunidades ya han tomado en sus propias manos los medios de comunicación, especialmente los medios comunitarios y las redes sociales. Ellos están:

  • Desarrollando sus propias narrativas

  • Organizando campañas de promoción

  • Proponiendo paradigmas de desarrollo basados ​​en el conocimiento indígena

  • Abordando las lagunas de información local

Estas iniciativas necesitan un amplio apoyo para permitir una comunicación local amplia y transformadora.

 

Proyecto: Voces de la Amazonía

WACC continúa respaldando los esfuerzos de los socios locales y regionales para proteger la región amazónica. A principios de este año, lanzamos la iniciativa plurianual “Voces del Amazonas” para fortalecer el movimiento de radios comunitarias en la región.

Hacemos un llamado a otras organizaciones para que se unan a nosotros en el esfuerzo de proporcionar nuevas plataformas para que las comunidades locales sean escuchadas en los debates públicos sobre la política climática.

Devastación en el norte de Brasil, donde la selva amazónica ha sido talada y quemada para criar ganado. Foto: Vida en la Tierra/Paul Jeffrey

 Why grassroots communication is key to stopping Amazon deforestation

Lorenzo Vargas
WACC

Program Manager for Communication for Social Change

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  Idioma: Inglés  

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Lorenzo Vargas
WACC

Program Manager for Communication for Social Change

 Why grassroots communication is key to stopping Amazon deforestation

 

Posted at 17:44h in Climate JusticeCommentMulti-year Projects 0 Comments

The Amazon is being decimated — by the expansion of the agricultural frontier, by illegal economies linked to drug trafficking, and by an economic model that privileges mining and ranching and negatively impacts vulnerable communities.

These activities are pushing deforestation levels towards 20%, a point of no return beyond which the rainforest will be unable to regenerate.

An estimated 123 billion tons of carbon are stored in the Amazon. Halting deforestation across the Amazon basin is critical in the fight against climate change.

 

Real political action needed

In early August, heads of state from the nine countries of the Amazon rainforest gathered in Belem, Brazil, to discuss ways to stop deforestation in the region. Despite several speeches filled with good intentions, participating countries were unable to agree to a clear target to limit deforestation.

The main reason for this failure? Some countries are calling for strict and urgent measures to address the issue — halting all oil exploration in the region and creating a joint military force to take on deforestation head-on. But other countries are still open to continued extraction and infrastructure development.

In response, civil society representatives called for government leaders to take real action in the form of financing, measurable targets, and sanctions, and to address the root causes of deforestation.

However, the summit declaration does highlight several important issues:

  • the importance of working shoulder to shoulder with Indigenous people

  • a call for developed countries to meet their development and climate financing commitments

  • plans for cooperation with nations that are home to other critical forest ecosystems, like the Democratic Republic of the Congo and Indonesia

This shows that despite challenges, there is political will to address the issue and that progress is possible. This summit would have been unthinkable under the leadership of far-right Brazilian ex-president Jair Bolsonaro.

 

Creating space for local voices

As countries develop policies to address reforestation, WACC calls on governments and civil society working to protect the Amazon rainforest to create real opportunities for the voices and concerns of local people living across the Amazon — including Indigenous, Afro-descendant, and peasant communities — to be heard and taken seriously.

As we have expressed before, local knowledge and participation are essential in guaranteeing the legitimacy and sustainability of efforts seeking to protect this vital ecosystem. But meaningful local participation in policy conversations is impossible unless structural communication and deficits are addressed.

 

Supporting grassroots communication efforts

Access to communication in the Amazon is marked by a number of factors — great distances, weather conditions that affect the operation of electronic devices, a dearth of public interest media, the centrality of rivers as communication routes and of radio as the main medium of communication, insufficient infrastructure and internet connectivity.

As a result, local communities in the region face a myriad of barriers in using media and communication to advance their environmental agendas. These include limited access to communication platforms, under- and misrepresentation in mainstream media, low levels of media literacy, and restricted access to information.

Therefore, supporting existing grassroots communication and information efforts in the region is key.

Many communities have already taken media — especially community media and social media — into their own hands. They are:

  • developing their own narratives

  • organizing advocacy campaigns

  • proposing development paradigms based on Indigenous knowledge

  • addressing local information gaps

These initiatives need broad support to enable broad and transformative local communication.

 

Project: Voices of the Amazon

WACC continues to back efforts by local and regional partners to protect the Amazon region. Earlier this year, we launched the multi-year initiative “Voices of the Amazon” to strengthen the community radio movement in the region.

We call on other organizations to join us in the effort to provide new platforms for local communities to be heard in public debates around climate policy.

Devastation in northern Brazil, where the Amazon forest has been cut down and burned in order to raise cattle.
Photo: Life On Earth/Paul Jeffrey

La Amazonía en contra corriente

Por: Karina Cordero Salazar

Reportera de San José de Fragua, Caquetá

La región del Caquetá inicia en el piedemonte andino, en los escarpes de Araracuara, en plena selva amazónica, y aloja una gran diversidad de fauna y flora. Por este motivo, el departamento es sede de varios Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) como La Cueva de los Guacharos, Alto Fragua Indi Wasi, Cordillera de los Picachos, Sierra de Chiribiquete y Serranía de los Churumbelos Auka-Wasi, áreas protegidas por el Estado con el objetivo de preservar, cuidar y frenar el deterioro ambiental; además por su valor ecológico y por ser grandes bancos de diversidad genética.

 

El Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI) desde hace 14 años ha realizado investigaciones e inventariado especies en la Amazonia colombiana como reptiles, anfibios, aves, mamíferos, entre otras. Hasta el 2021, según el artículo “Fauna Amazónica Colombiana” del Instituto SINCHI, el departamento del Caquetá junto con Amazonas, Vaupés, Guainía y Guaviare tienen el mayor número de reptiles con 179 especies, entre tortugas, babillas, serpientes y otros.

 

En el municipio de San José de Fragua varias escuelas rurales tienen proyectos de investigación en el área de Ciencias Naturales y Biología. Los maestros encargados de estas asignaturas realizan actividades fuera del aula para desarrollar habilidades en los estudiantes sobre caracterización de especies, apoyados por equipos especiales para estos ejercicios, como cámaras trampa, GPS y binoculares.

 

Varios de estos grupos hacen parte de los programas de Colciencias y a partir de estas experiencias se ha logrado encontrar aves, mamíferos y reptiles que habitan su entorno, los jóvenes aprenden de ellos, conocen sus nombres científicos, cómo viven, su lugar en la cadena trófica y la importancia de ellos en el ecosistema; por lo tanto, obtienen un sentido de pertenencia y respeto por la naturaleza que fortalece el propósito del cuidado al medio ambiente de la Amazonía y aporta a la base de datos de la riqueza natural colombiana.

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Dentro de la región también hay varios grupos y organizaciones consolidadas por la población que trabajan en común acuerdo por el cuidado del agua, de las plantas, realizan jornadas ambientales y generan proyectos particulares para ayudar a cuidar y preservar. En esta dirección hacen monitoreos comunitarios, limpieza de residuos, trabajo con basuras, etc., siempre en pro de mantener el equilibrio natural de cuidar la selva amazónica.

 

Lamentablemente, la única sombra que se extiende sobre esta región no es la de los árboles. Hay una muy sombría y es la de los intereses económicos por esta zona del país que no respetan los esfuerzos de los pobladores, de los ambientalistas y de algunas entidades.

 

La sombra también es violenta. El departamento del Caquetá ha sido una región sometida a la violencia generada por la economía de los cultivos ilícitos, lo que ha cobrado la vida de campesinos e indígenas. Caquetá ha sido reconocida a nivel mundial por la amabilidad de su gente, pero también por ser un lugar perfecto para transportar, cocinar y albergar la historia de nuestro conflicto interno; por lo tanto, poco se menciona su belleza natural, la potencialidad minera y biológica que tiene y la hace tan apetecida por la economía extractivista global.

 

El Caquetá y en general la Amazonía han sufrido todos los flagelos de nuestro tiempo y que son común denominador en Asía, África, Oceanía y el resto de América: tráfico de especies exóticas, tala de árboles, minería extensiva, alteración de ecosistemas fluviales para generación de energía, contaminación de cuencas y la cuenta no se detiene cuando se trata de enfrentar la resistencia a todo esto: asesinato de los defensores ambientales, asesinato del periodismo ambiental, represión masiva de poblaciones, genocidio y etnocidio como ocurre con los Mapuches en Chile…Todo esto apunta a temer por el no retorno en el vaticinio de una catástrofe ecológica anunciada. Y genera la pregunta: ¿es vano el esfuerzo científico y vana la lucha de los pobladores de la amazonia? ¿Es en vano que yo escribo esto?

 

Sigamos investigando, sigamos luchando, sigamos diciendo, escribiendo y educando. No podemos abandonar nuestra Amazonía, así como no es posible abandonar nuestra casa ni nuestra madre Tierra. Seguiremos resaltando el trabajo que hace la población, las entidades como Parques Nacionales Naturales de Colombia, demás organizaciones sin ánimo de lucro, jóvenes, escuelas y maestros que, a diario, y como pez en contra corriente, no dudan  ni por un instante que el porvenir de la Amazonía está río arriba, en la cuenca alta de sus actividades y sus enseñanzas.

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Día Internacional de la Mujer Indígena

Por: John Pinzón 

Docente de la Institución Educativa Parroquial

San José de Fragua- Caquetá

La fecha fue seleccionada durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tihuanacu, Bolivia el año de 1983; allí se escogió el 5 de septiembre de cada año para realizar una conmemoración internacional, considerando aspectos relevantes y comunes a las mujeres indígenas como son: los aportes a la convivencia, desde la crianza o desde la unidad familiar, la resistencia y la lucha que una gran cantidad de mujeres indígenas llevan a cuestas para preservar y mantener sus costumbres y sus identidades nativas en vinculación directa con su territorio, pero también es un llamado a la igualdad de género, considerando que diferentes acepciones religiosas o políticas, con intención o sin ella, han estado implantando ideologías machistas entre las comunidades indígenas como modelo social y gracias a ello se ha recargado en ellas la gran labor de mantener las tradiciones y costumbres ancestrales, que a su vez deriva en la protección del medio ambiente, desde una agricultura sostenible, en medio del aparente desorden de la selva, bajo un profundo respeto por la selva y el territorio, además de procurar generar visibilidad sobre aquellos desafíos y las injusticias a las que se enfrentan las mujeres indígenas en su vida cotidiana en todo el mundo.

 

Este día nos invita a reflexionar sobre la importancia de reconocer y valorar la diversidad cultural, el promover la igualdad de oportunidades para todas las mujeres, además de promover la cultura por la defensa de los derechos humanos, entre ellos e inevitable, la defensa del medio ambiente, del agua, fundamental para garantizar el derecho al trabajo, en las comunidades campesinas, al alimento de gran parte de la población urbana y a un ambiente sano para cada vez más personas en el planeta, y en esa tarea las féminas indígenas no han tenido descanso además de muy escaso reconocimiento.

 

Importante hacerles el reconocimiento a aquellas mujeres indígenas que se esmeran por mantener la sostenibilidad de sus acciones y el cuidado del entorno en condiciones adecuadas para todo tipo de vida, pues nuestra vida no debería rivalizar con ningún otro tipo de vida; pero son aquellas mujeres dadoras de vida quienes mejor lo entienden y lo manifiestan a lo largo de su vida y actividades conservacionistas de sus tradiciones y del medio ambiente; ellas a menudo son agricultoras nativas, hacen rituales para agradecer a la madre tierra, a cada árbol, a cada planta y fomentando el respeto hacia la naturaleza y todos los seres que en ella habitamos, pues todos tenemos una misión dentro de la naturaleza y para ella, esto hace su conocimiento del entorno y el territorio sean profundos, vinculados a su existir, una razón más para no ver los recursos naturales como fuentes de ingresos, dentro de un sistema de extractivismo, sino más como una parte de su sentir, de su vínculo con el entorno y como parte de su mundo material circundante, imprescindibles para la preservación de nuestra vida y de todos los ecosistemas, más nunca con una visión capitalista o extractivista, sino con una visión comprensiva de reciprocidad donde ellas saben cuidar a la naturaleza para que ella cuide de nosotros y nos permita vivir en paz.

 

Ser mujer, pertenecer a una comunidad indígena, y vivir en la Amazonía no son retos combinados cualesquiera, son una responsabilidad que da la cara al futuro, que apuesta por un mejor vivir, que plantea la coexistencia pacífica con diversas especies y diversas culturas, incluso con variedad de intenciones o con nacionalidades variadas, ser mujer en estas condiciones implica un gran auto respeto, perseverancia, paciencia, saber escuchar, saber observar, saber percibir y saber ser, para saber actuar en armonía con la madre tierra y con nuestros semejantes.

 

Para concluir, las mujeres indígenas tienen un importante rol como agentes de cambio, promoviendo la justicia, la igualdad y la preservación de las culturas indígenas. Su laboriosidad, junto con sus saberes ancestrales sobre botánica o medicina y su lucha, merecen ser reconocidas o conmemoradas de manera permanente, al igual como lo es su labor, perenne, paciente, constante y siempre muy prudente.

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La montaña blanca: El Cocuy el lugar sagrado para los pueblos

U'wa, Sikuani y Tuparro

por: Jenifer Álvarez

Emisora Tame Stereo 88.3 - Arauca

El Nevado del Cocuy, una joya natural de Colombia, es conocido por sus impresionantes picos cubiertos de nieve y glaciares que se elevan majestuosamente en la Cordillera Oriental. Esta formación natural abarca varias regiones y municipios, y entre ellos se encuentra la parte correspondiente al municipio de Tame, un lugar lleno de historia y maravillas naturales. En esta columna, exploramos la extensión del nevado que se encuentra en Tame, así como algunos datos históricos y curiosidades que hacen que esta área sea única.

El municipio de Tame se encuentra en el departamento de Arauca, en la región nororiental de Colombia. Aunque el Nevado del Cocuy se encuentra principalmente en el departamento de Boyacá, su extensión se adentra en el departamento de Arauca, incluyendo a Tame. Esta es una de las razones por las cuales Tame es un punto de acceso importante para aquellos aventureros y amantes de la naturaleza que desean explorar esta majestuosa montaña.

El Nevado del Cocuy ha sido un lugar de gran importancia para las culturas indígenas de la región mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos. Los indígenas U'wa, Sikuani y Tuparro han habitado estas tierras durante siglos y consideran al Cocuy como un lugar sagrado. Para ellos, las cumbres nevadas representan la morada de sus dioses y es un lugar fundamental para sus rituales espirituales.

El Nevado del Cocuy es conocido por su biodiversidad única. En esta zona se pueden encontrar una gran variedad de especies de plantas y animales adaptadas a las bajas temperaturas y las condiciones extremas. Entre ellos se encuentran el oso de anteojos, el cóndor de los Andes y una gran variedad de frailejones la planta emblemática de la región.

Aunque el Cocuy solía albergar grandes glaciares, el cambio climático ha provocado una disminución significativa de estas masas de hielo en las últimas décadas. Esto ha llevado a un aumento en la conciencia sobre la importancia de la conservación de los ecosistemas de alta montaña y la necesidad de tomar medidas para preservar esta área única.

El Nevado del Cocuy es un destino popular para el senderismo y el montañismo, pero es esencial hacerlo de manera responsable. Las autoridades locales y las comunidades indígenas han implementado regulaciones para proteger el área, como límites de visitantes y rutas designadas.

En la actualidad, se fomenta el turismo sostenible en el Nevado del Cocuy y su acceso, donde el número de visitantes se ha controlado para reducir el impacto ambiental, y se promueve el respeto por la flora y fauna del lugar. Esto es esencial para garantizar que futuras generaciones puedan disfrutar de esta maravilla natural sin comprometer su preservación.

Tame, como puerta de entrada al Nevado del Cocuy, es testigo de la extensa belleza y diversidad de esta montaña icónica. La colaboración entre departamentos es esencial para su conservación y promoción del turismo sostenible.  El Nevado del Cocuy es una joya natural que se extiende a lo largo de dos departamentos colombianos: Boyacá y Arauca. Las estadísticas y datos exactos revelan su importancia en términos de biodiversidad y como un indicador de los desafíos del cambio climático. Es crucial que se continúe promoviendo un turismo responsable y medidas de conservación para garantizar que esta maravilla natural perdure para las futuras generaciones en ambas regiones.

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El cocuy, Boyacá

De animales, frutales y hombres

y el equilibrio entre ellos para la preservación del gran bioma amazónico

Por: Ronal Molina

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Fotografía tomada por Bladimir Rivera Macuna,

Integrante del colectivo audiovisual indígena de ACAIPI y hoy coordinador académico de la IED de Piedra Ñi.

Amanece en la selva amazónica pluvial del Pirá Paraná. La bruma que se asentó desde anoche avisa el cambio de época en el Calendario ecológico de los Jaguares de Yuruparí. Se despide, por este ciclo solar, la Época de Frutales Silvestres e ingresa, oronda y haciéndose sentir, la época de Gusano. Yo leo el Hee Yaia Godo ~Bakari2 antes de ir a bañar, repaso las peculiaridades de Gusano, me preparo un café instantáneo y en el transcurso del día, mientras asisto a reuniones con los docentes acerca de la planeación del Día de la educación propia e intercultural y nuestra participación en el Foro educativo del departamento del Vaupés, observo mi entorno, lo leo, escucho la voz de la selva y, también, tras el velo del ensueño de la Casa Ancestral, escucho al son del mambe, el yopo y el badurí, el relato del payé Hee Gu Ignacio Valencia, de la etnia macuna y la traducción de Tarcisio Vanegas, de la etnia itano, quien oficia como el capitán de la comunidad de Santa Isabel (Torira).

 

Para saber más acerca de este tema y de nuestra cultura se recomienda la lectura de El territorio de los Jaguares de Yuruparí Hee Yaia Godo ~Bakari.

 

Cuenta Hee Gu:

Antes de empezar la época de Gusano ~Ia Rodo, crecen algunos frutales y pepas, como anticipantes, es decir, que son los que van a ayudar a crecer las producciones que vienen después. Ya cuando entra la Época de Gusano, se da la primera cosecha del árbol Wahi; quedan visibles los frutos, porque los gusanos consumen todas las hojas.

Esta cosecha es la que va a reventar y madurar en los primeros días de verano, al inicio de la Época de Gusano, que es la que marca el final de la Época de Invierno, y anuncia el inicio de la Gran Época de Verano. A este tiempo, se le conoce como Riahiari ~kiba. Se traduce como tiempo en que el río comienza a mermar el cauce de sus aguas por unos días, por eso se llama Riahiari.

Al ver que todo esto ocurre, nosotros los ~Kubua, hacemos Curación y Prevención, para acordar chamanicamente que nosotros los humanos también hacemos parte de ellos, de los animales, porque nos alimentarnos de ciertas especies de frutales silvestres, al igual que ellos. Para eso, en primer lugar, prevenimos enfermedades, y, en segundo, hacemos curaciones para que los frutales no traigan enfermedades cuando estos sean consumidos por los hombres.

Nosotros cogemos poquita cantidad y compartimos con la familia. A veces hay palos grandes que son difíciles de subir y los tumbamos; no a todos los árboles. Cuando se tumban, no se aprovecha todo, el resto que queda es para regenerar, ya que dentro de poco tiempo vuelven a crecer nuevos árboles. La misma naturaleza va sembrando con el paso de las épocas y el tiempo. Por eso, sabemos que los nuevos palos no se pueden tumbar, para eso tenemos la técnica de cómo coger frutos de los árboles jóvenes y los cogemos subiendo al árbol y cortando las ramas que tengan más frutos. El resto de las ramas, se deja para que produzcan en la época siguiente. De esta manera se regula el uso y el manejo de la riqueza forestal.

Puede ocurrir el caso de que en alguna época no haya producción de las especies de frutales que deberían estar listas en ese momento. En caso de que esto así suceda, los ~Kubua ayudamos a que en la próxima época haya abundancia y buena cosecha, con Curaciones a la naturaleza, como abonando y fertilizando la tierra para que haya buena producción. Esa es la tarea que nuestros Creadores nos dejaron a nosotros los ~Kubua.

Por otra parte, nuestros Ancestros, en los tiempos pasados, no tuvieron un asentamiento permanente para no acabar con los recursos naturales, así que por temporadas vivían en un lugar, y después, cambiaban y buscaban otros lugares. De esta manera se enrastrojaba donde antes vivían, y después, el espacio volvía a recuperar los árboles. Así, volvían los animales. Actualmente estamos asentados en comunidades, creando nuevas necesidades y haciendo uso inadecuado de los recursos naturales. Pero estamos buscando fortalecer el Manejo Tradicional y recuperar los recursos; los recursos perdidos. Eso es lo que estamos construyendo hasta ahora, yo creo que, si ponemos en práctica los conocimientos, y también aplicamos los conocimientos occidentales, vamos a salir adelante.

Por eso vemos en los rastrojos muchos frutales como ~Yobi, Toa y muchas otras especies. Así que todo lo que hemos sacado del monte para comer mientras que vivimos en un lugar, las semillas que se botaron, vuelven a crecer y esto nunca se pierde. Por eso debemos cuidar los cultivos de nuestros rastrojos, porque son herencias para nuestros descendientes.

 

De esta manera funciona el sistema ambiental en el territorio. Todo esto está conectado con el espacio, la tierra, la vida humana, animal y la vegetal. Esto es importante tenerlo presente, para que valoremos nuestro Plan de Manejo Ancestral del Medio Ambiente.

Ya para terminar, digamos que los recursos forestales cumplen un papel importante para la vida humana, animal y vegetal. Por eso, cada época tiene una finalidad que le corresponde regenerar. Para eso es necesario que hagamos buenas Curaciones, sin pensar en maldades; así cuidamos la naturaleza.

Los frutales silvestres no están por estar no más, sino que tienen su objetivo, que es alimentar a los animales, peces y humanos. Por eso, cada especie sabe qué clase de frutales va a consumir. No todo lo que comen los animales, lo comemos los humanos. No todo lo que come el humano, lo comen los animales. En esto, más que todo funciona el equilibrio. Los animales terrestres y acuáticos tienen relaciones continuas. ¿Pero de qué manera? Por ejemplo, el güio tiene relaciones sociales con las águilas. Las sabaletas, jacos y guaracús, se relacionan con tintines, guaras y lapas. Los pajaritos con sardinas, y muchos otros güios salen convertidos en águilas.

Muchas veces, las especies comunes que pescamos, salen del agua convertidos en animales cuadrúpedos. Por eso, cuando uno ve frutales en las orillas de los ríos, los mismos peces se convierten en animales terrestres y salen a recoger pepas del monte. El güio, convertido en águila, caza churucos y otros trepadores. Todo el reino animal funciona de esta manera. Todo lo que acabamos de decir, son las relaciones que tenemos con la naturaleza y el Calendario Ecológico.

El payé Hee Gu termina su relato y parece como si se liberase de un trance, ha respondido a una pregunta simple con la sabiduría del Jaguar. Nos miramos con el capitán y asentimos con la cabeza. Los ~yabi btkt~na, insectos medidores del tiempo, son los únicos que con su campaneo lidian con el silencio y anuncian la hora del descanso. Agradezco. Me despido y prometo regresar. Atravieso la puerta de la Casa Ancestral y la bruma me dificulta ver incluso la palma de mis manos, pero el mambe agudiza mis sentidos, me va llevando (no sé cómo) de vuelta entre la selva por caminos humanos hasta mi hamaca. Antes de cerrar los ojos suspiro y me pregunto si acaso todo esto no ha sido un sueño y recién me dispongo a despertar al otro mundo, al mundo de las prisas, el concreto y el abandono de lo sagrado

Biodiversidad en Colombia:

Un vistazo a las riquezas naturales de las regiones Orinoquía y Amazonía

Por: Carolina Mazo

Estudiante de Biología
Líder Juvenil de Colectivos Medioambientales

Radio Tame, Stereo 88.3 FM - Arauca

Hablamos de Biodiversidad como “La diversidad de la vida en el mundo entero” La cual se compone de millones de especies biológicas y como lo resalta el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt (s.f.) el 11 de septiembre se celebra el día Nacional de la Diversidad Biológica.

Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, nuestros territorios colombianos albergan aproximadamente el 10% de las especies conocidas, ubicando al país dentro de los 14 estados que albergan el mayor índice de la biodiversidad en la Tierra. Se estima que Colombia tiene 56.724 especies sumadas entre, mamíferos, aves, reptiles, plantas con flores, helechos y plantas vasculares. Además, Colombia ocupa el primer lugar en diversidad de aves y orquídeas, el segundo lugar en diversidad de plantas, anfibios, peces dulceacuícolas y mariposas, el tercer lugar en diversidad de reptiles y palmas y el cuarto lugar en mamíferos.

La región de la Orinoquía Colombiana nos sorprende con magníficos atardeceres que reflejan los colores de nuestra patria y que a su vez cubren las inmensas llanuras y sabanas de la región, donde la temperatura oscila entre los 18 °C y 36 °C. La riqueza hidrográfica de los Llanos Orientales suma una distancia de 328.000 kilómetros que atraviesan los departamentos de Arauca, Meta, Vichada y Casanare. Entre la típica fauna de esta zona se encuentran el Venado Sabanero, el Chigüiro, la Corocora Roja, el Mono Cotudo, así como el Tigre, el Guío Negro o Anaconda, el Caimán del Orinoco y la Víbora Cuatro Narices (Marca país, s.f.)

Hablemos también de las riquezas naturales de la región de la Amazonía Colombiana, en los 48 millones de hectáreas que comprenden a esta región, 38 millones están destinadas a la conservación, de las cuales 178 resguardos indígenas se sitúan en 25 millones de estas. Esta región cuenta con una enorme variabilidad climática y ecosistémica, debido a que sus bosques incluyen la vertiente de la cordillera Oriental (Juan et al., S.f., p. 2)

En las riquezas hidrográficas de la Amazonía nos encontramos con el segundo río más largo y caudaloso del planeta, el Río Amazonas. Este río cuenta también con la cuenca hidrográfica más grande en el mundo, con alrededor de 7.05 millones de kilómetros cuadrados. Sin duda alguna la fauna y flora de esta región son inmensas, donde una gran cantidad de especies son endémicas (solo se dan en esta zona del país), más de 130.000 especies de plantas, poseen características medicinales capaces de curar toda clase de enfermedades y su fauna constituye el 80% de diversidad de clases existentes en el mundo (COLOMBIA CO, S.f.)

Entre los mamíferos, el Amazonas posee una enorme cantidad de especies, como los monos, el jaguar, el puma, osos perezosos y el tapir. En sus aguas viven los delfines rosados, además, gran cantidad de especies de reptiles se destacan como, las tortugas acuáticas y terrestres, caimanes, cocodrilos, y multitud de serpientes, entre ellas la anaconda.

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 Tame, Arauca

Es de suma importancia conocer conceptos como “Extinción” que, en términos Biológicos y Ecológicos, hace referencia a la desaparición total de los miembros de una especie. Aunque la región de la Orinoquía cuenta con una gran Biodiversidad en fauna y flora, como seres humanos hemos sido los culpables de que también se encuentren animales en vía de extinción, como lo son; el Ocarro, el Venado Sabanero, la rana saltona, tortuga charapa, danta de montaña, la coral y tortuga terecay (RTVC., 2019)

Las maravillas naturales del Amazonas tampoco están exentas de la destrucción de sus ecosistemas, según el reporte de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2023) la Amazonía concentra el 65% de la deforestación del país históricamente registrado y en el año 2022 se arrasaron más de 9.000 hectáreas de bosques, teniendo un fuerte impacto en la pérdida de fauna y flora de la región.

En un informe de Biodiversidad presentado por las organizaciones de las naciones unidas, donde hacen un llamado a la acción y recalcan que, si no tenemos cuidado, puede ser la última advertencia antes de que las pérdidas se vuelvan irreversibles. La conservación y restauración de la biodiversidad pueden jugar un papel enorme como soluciones climáticas naturales y es hora de que luchemos contra el cambio climático protegiendo la naturaleza que nos sostiene (Greenpeace., 2019)

La pérdida acelerada de especies y ecosistemas en nuestros territorios es una señal de alarma que no podemos ignorar, si deseamos preservar toda la biodiversidad que nuestras regiones guardan para las generaciones futuras, debemos actuar de manera decisiva y responsable. Es esencial que continuemos tomando medidas para conservar nuestras riquezas naturales. Esto implica adoptar políticas ambientales sólidas, promover la investigación científica para comprender mejor nuestros ecosistemas y hábitats, y cambiar nuestros comportamientos individuales para reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha por la preservación de la biodiversidad.

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